lunes, noviembre 06, 2006

Sadam Husein condenado a Muerte.

A Sadam Husein le espera la horca. El otrora todopoderoso dictador de Irak fue sentenciado ayer a muerte por el Tribunal Especial Iraquí (TEI) que le ha juzgado por la matanza de 148 chiís en Dujail. "El tribunal ha decidido sentenciar a Sadam Husein al Majid a ser colgado del cuello hasta la muerte por crímenes contra la humanidad", dijo ayer en tono solemne y enérgico el magistrado jefe, el kurdo Rauf Abdel Rahmán. La misma suerte corrieron dos de los otros siete inculpados. El veredicto amenaza con dividir aún más a la sociedad iraquí.
El dictador era consciente de lo que se le venía encima. "¿Qué se puede esperar de tus enemigos?", dijo a sus abogados minutos antes de entrar en la sala del tribunal. Sadam apareció solo, enfundado en un traje de color negro y con una camisa blanca, como lo ha hecho a lo largo del proceso, que ha durado más de un año. La sesión fue retransmitida por la televisión iraquí.
El juez Rahman fue al grano, sin pormenores. Primero exigió a Sadam que se pusiera de pie, a lo que el dictador se negó. "No me toques, no me retuerzas el brazo", gritó lleno de ira el expresidente iraquí a los guardias que intentaron incorporarlo del asiento a la fuerza. Al final accedió de mala gana a la petición.

Su rostro, cubierto con una poblada y cuidada barba canosa, exhibió la furia del dictador cuando el magistrado leyó la primera frase de la sentencia. El tribunal le había negado la posibilidad de morir frente a un pelotón de fusilamiento, como pidió en el curso de una de las sesiones del juicio.
Con un ejemplar del Corán en una mano, Sadam gritó en repetidas ocasiones: "Larga vida a Irak, larga vida al pueblo iraquí" y "Dios es más grande que los invasores". La voz del condenado se confundió con la del magistrado que, tenso, prosiguió leyendo el resto de la sentencia.
Una vez acabó con la lectura, el juez jefe ordenó a los guardias sacar de la sala al dictador, esposado con la manos a la espalda. Antes, y a petición de la defensa, expulsó a un guardia custodio que se rió de Sadam al escuchar la sentencia mientras mascaba un chicle.

2 comentarios:

= / enzo / = dijo...

Me habría gustado que Pinochet hubiera tenido un juicio justo y con todas las garantías que un ser humano tiene derecho, como lo ha tenido Hussein.

O bién que Hussein estuviera sometido a jucio en Chile......estaría descansando en su mansión al igual que el tirano.

Todo esto me suena a venganza, me parece todo una verguenza, aplaude Bush, mientras el resto del mundo no entiende esto del ojo por ojo, diente por diente.

Mothman dijo...

Sí, suena a ojo por ojo, diente por diente.

Estoy totalmente convencido que se ha hecho justicia. Y que Pinochet también debería haber sido castigado por todas las barbaries que cometió en el pasado. Estos tiranos no deben de ser perdonados, al igual que ellos no perdonaron a sus victimas.

De todos modos, no creo en la pena de muerte. Es una condena que hace mucho tiempo debería haber sido abolida. Eso sí, deberían de cumplir una condena perpetua en los mismos módulos que el resto de presos. Sin más derechos ni libertades que los demás, pero hasta el fin de sus días.

T_A_O